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¿Estás en tu centro?

  • Foto del escritor: Gen Agil
    Gen Agil
  • 1 ene 2023
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 19 oct

Vivimos en una época en la que el foco está fuera: en lo que conseguimos, mostramos o demostramos. Pero hay algo más profundo que determina la calidad de todo lo que hacemos: desde dónde lo hacemos.


No es lo mismo actuar desde la tensión que desde la calma.

Desde la mente que desde el cuerpo.

Desde la prisa que desde la presencia.


Cada persona dispone de cuatro dimensiones fundamentales desde los que puede vivir y tomar decisiones:

  • la física,

  • la emocional,

  • la mental y

  • la espiritual.


Cuando uno de ellos domina, perdemos equilibrio.

Cuando se alinean, aparece algo diferente: presencia.

Y con ella, la capacidad de responder en lugar de reaccionar, de crear en lugar de repetir.


Tener centro no significa estar quieto, sino estar en coherencia.

Con tu cuerpo, tus emociones, tu mente y tu propósito.


los 4 centros personales



🜂 Dimensión física: el cuerpo como raíz


Todo empieza aquí.

El cuerpo es la base de la presencia: es el lugar donde ocurre la vida.

Cuando te desconectas del cuerpo, te desconectas del momento.


El centro físico tiene que ver con la acción, la energía y la voluntad.

Cuando está despierto, sientes vitalidad, estabilidad, impulso.

Cuando se apaga, aparece el cansancio, la rigidez o la dispersión.


Estar en el cuerpo no es solo entrenar, sino habitarlo conscientemente: sentir los pies al caminar, la respiración al moverte, el latido al detenerte.


El cuerpo siempre dice la verdad.

Si lo escuchas, te muestra el camino de vuelta al presente.


💞 Dimensión emocional: sentir es estar vivo


El centro emocional te conecta con la vida.

Es el espacio donde algo pasa de ser un pensamiento a convertirse en experiencia.


Aquí viven la empatía, la ternura, la alegría, pero también el miedo, la rabia o la tristeza.

Activar este centro no es dejarte arrastrar por lo que sientes, sino permitirte sentir sin perder el eje.


La emoción no es un enemigo a controlar, sino una energía que te informa.

Cada emoción te muestra una necesidad, un límite, una dirección.

El equilibrio emocional no llega por represión, sino por presencia: por dejar que las emociones cumplan su función y se transformen en claridad.


Cuando el corazón se abre, el cuerpo se libera y la mente se ordena.


🧠 Dimensión mental: claridad y dirección


La mente es una herramienta poderosa, pero solo si está al servicio de algo más grande.

Cuando se desconecta, crea ruido, duda y sobreanálisis.

Cuando se alinea, genera visión, sentido y dirección.


El centro mental se activa cuando aprendes a observar tus pensamientos sin identificarte con ellos.

Cuando pasas de reaccionar a responder.

De preocuparte a ocuparte.


Practicar la claridad mental no es pensar más, sino pensar mejor.

Elegir a qué prestas atención, ordenar tus ideas, discernir lo esencial.


La mente en calma no es una mente vacía, sino una mente que ha aprendido a estar presente.


🌌 Dimensión espiritual: el eje invisible


El centro espiritual no es una creencia, sino una experiencia de conexión.

Es la conciencia que observa todo lo demás.

El lugar donde recuerdas que eres parte de algo mayor.


Cuando este centro está activo, aparece la sensación de sentido.

No porque todo sea fácil, sino porque todo encaja.

El ruido se apaga y emerge una confianza silenciosa en la vida.


Aquí se unen los otros tres centros.

El cuerpo actúa, el corazón siente, la mente comprende… y el espíritu integra.


Es el punto donde ya no haces por hacer, sino porque algo dentro de ti está en orden.


⚖️ Integrar las cuatro dimensiones:


Estar centrado no significa que nada te afecte, que nada ocurra.

Significa que, aunque te afecte, sabes volver a ti.


Cada dimensión influye en las demás:

  • Cuando el cuerpo se mueve, la mente se despeja.

  • Cuando el corazón se abre, el cuerpo se aligera.

  • Cuando la mente se ordena, la emoción se calma.

  • Cuando el espíritu está presente, todo se armoniza.


El equilibrio no es un estado fijo, es una práctica constante de volver al centro.


¿Qué tipo de centro tienes?
¿Como de fácil tienes volver a tu centro?

🕊️ Cómo empezar a vivir desde el centro


Puedes activar tu centro a través de pequeños gestos cotidianos:

  • Físico: respira profundo, aliméntate con coherencia, entrena con atención.

  • Emocional: identifica lo que sientes, exprésalo, no lo juzgues.

  • Mental: escribe, observa tus pensamientos, simplifica.

  • Espiritual: guarda silencio, conecta con la naturaleza, recuerda tu propósito.


No se trata de hacer más, sino de estar más.

De vivir desde el cuerpo, sentir desde el corazón, decidir desde la mente y crear desde el espíritu.


Ahí es donde se activa tu verdadero poder: el de vivir con presencia.


 
 
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