¿Qué significa ACTIVAR tu GEN de ALTO RENDIMIENTO?
- Cristobal Dolz
- 14 jul 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 23 abr
ACTIVAR tu GEN de ALTO RENDIMIENTO es mucho más que una frase llamativa. Es el lema de quien cree profundamente en el poder de desarrollar el alto rendimiento personal y profesional a través de estos 3 pilares:
LOS BUENOS HÁBITOS,
LAS HABILIDADES QUE TENEMOS Y
LAS DECISIONES QUE TOMAMOS.
O en otras palabras,
Elegir bien los hábitos y sistemas te ayudará a gestionar nuestros recursos de tiempo y energía, así como tener una mente disponible para responder con flexibilidad.
Identificar esas habilidades y talentos que son naturalmente tuyas para trabajar en ellas con intención y constancia, desarrollarlos y ponerlos en práctica.
Utilizar todo lo anterior como guía para tomar decisiones sostenibles, teniendo en cuenta quienes somos y con estrategia para optimizar tus posibilidades de éxito.
¿Por qué “GEN”? El alto rendimiento empieza desde adentro
Los genes son el código que da forma a lo que somos. Por lo tanto, el alto rendimiento ya vive en ti… solo necesita activarse.
Todos nacemos con un conjunto de genes, pero no todos se expresan de la misma manera. La activación de un gen depende del entorno: del contexto, de los estímulos, de cómo se vive y se responde al estrés, entre muchos otros factores.
Lo mismo ocurre con el alto rendimiento: no es algo que se obtiene desde fuera, ni una habilidad reservada para unos pocos. Es algo que ya forma parte de ti.
Está codificado en tu potencial. De ahí la palabra "GEN".
Significa reconocer que ya tienes todo lo necesario y crear las condiciones para que se active: claridad mental, buenas prácticas, estructura, estrategia, foco y un mindset flexible.
La verdadera diferencia está en si ese potencial logra expresarse, si encuentras las condiciones, los sistemas y el entorno adecuados para que eso que llevas dentro se manifieste en tu día a día.
¿Y cómo lo activamos?
Una de las mejores formas y más completas que he encontrado para alinear los 3 pilares reside en el uso de las metodologías ágiles que combinadas con otros conocimientos y prácticas son el un cóctel perfecto.
Estas herramientas originalmente fueron pensadas para mejorar cómo toman decisiones, se organizan y priorizan las empresas al ayudar a:
📋 Priorizar tareas.
📆 Planificar con claridad.
🤝 Escuchar y entender profundamente nuestro entorno.
💼 Minimizar riesgos.
🏢 Diseñar estrategias efectivas.
👥 Organizar equipos y departamentos.
🌐 Hacer que la información fluya.
Y lo bonito de las metodologías ágiles es que cuando una empresa o profesional entiende realmente qué significa ser “ágil”, ya no solo aplica métodos, sino que cultiva un conjunto de valores: honestidad, adaptabilidad, transparencia, reflexión, aprendizaje continuo y mejora constante.
Por esto muchas organizaciones están transformando su cultura alrededor de este concepto porque han comprendido que el verdadero diferencial está en el MINDSET, no en los procesos.
📊 Esta imagen representa muy bien este punto. Lo mismo sucede contigo.

Las mismas herramientas que crean grandes productos… también pueden ayudarte a diseñarte a ti mismo
Como decíamos antes, las metodologías ágiles nacieron para mejorar la forma en que las empresas crean productos para que sean más útiles, más adaptables, más alineados con las necesidades reales.
Y si lo piensas bien, tu vida, tus proyectos, tus decisiones… funcionan igual que una organización. En tu día a día también necesitas:
🧠 Autoconocimiento.
📚 Aprendizaje continuo.
🏃♂️ Cuidar tu salud física y mental.
💰 Administrar tus recursos y buscar crecimiento.
🗣️ Comunicarte, colaborar y generar impacto.
También estás en un proceso constante de diseño y mejora constante.
Así como una empresa trabaja en desarrollar su próximo gran producto, tú estás desarrollando tu camino, tu identidad, tus habilidades, tu impacto en el mundo.
Por esto son tremendamente poderosas para aplicarlas a nivel personal e individual.
Similitudes entre tú y un producto
Veamos cual es la definición de qué es un producto:
"Un producto es el resultado de un esfuerzo creador que reúne atributos tangibles e intangibles (como packaging, calidad, reputación, funcionalidad...), diseñados para satisfacer necesidades o deseos."
Ahora cambiemos sólo algunas palabras:
"Una persona es el resultado de un esfuerzo creador. Tiene atributos tangibles e intangibles (emociones, conocimientos, experiencias, valores, habilidades...) y tiene la capacidad de aportar valor a su entorno y generar impacto en la sociedad."
No hay duda que la similitud es clara.
Las herramientas que usan las empresas para crear productos de éxito pueden ayudarte también a convertirte en tu mejor versión, ACTIVAR TU ALTO RENDIMIENTO.
Porque no se trata de convertirte en “otro”, sino de activar lo que ya está en ti.
Y no necesitas ser alguien extraordinario para lograrlo.
Solo necesitas activar ese GEN que ya está en ti, y empezar a vivir con claridad, orden y propósito. El rendimiento no se impone, se activa. Y cuando lo haces, dejas de vivir en piloto automático para convertirte en el verdadero diseñador de tu vida.
Tú eres el proyecto. Tú eres el producto.
Y el alto rendimiento no es algo que se compra, recuerda, es algo que se activa.
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